Después del abandono de neonatos en la vía pública, eventos que se han visto en su mayoría en Ciudad de México y Estado de México, activistas en torno al derecho al aborto plantean aumentar el número de semanas en las que es posible acceder a una Interrupción Legal del Embarazo (ILE), no obstante, este tope ha sido señalado como insuficiente frente a la realidad social, médica y emocional que enfrentan muchas mujeres.
Organizaciones como el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), impulsor del derecho al aborto en México desde hace más de 30 años, además de otras colectivas y grupos feministas, buscan crecer el límite actual, establecido a las 12 semanas de gestación para quienes buscan interrumpirla de manera intencional.
Aunque en México el aborto está permitido más allá de la doceava semana, el acceso está condicionado a que el producto sea el resultado de una violación, o tenga malformaciones graves, que cuente con características incompatibles con la vida o que el embarazo represente un riesgo para la vida de la madre.
Sin embargo, el acceso al aborto en gestaciones avanzadas, continúa cargado de prejuicios religiosos, morales e, incluso, médicos, lo que dificulta a las mujeres ejercer este derecho, aunque cumplan los requisitos establecidos en la ley para hacerlo.
Estas barreras han llevado a varias mujeres a recurrir a la clandestinidad o a escenarios extremos como los casos ocurridos durante este 2025.
Un caso reciente, fue el pasado 5 de septiembre, el hallazgo de una recién nacida en las calles Euzkaro y Calzada de los Misterios, en la colonia Industrial, de la alcaldía Gustavo A. Madero, provocó la movilización de los cuerpos médicos y de seguridad de la capital del país.
Gracias a un ciclista que circulaba por la zona, quien se percató de la presencia de la pequeña, cuyo llanto lo alertó de su presencia. Hasta ese punto llegaron elementos policíacos quienes dentro de una chamarra roja, encontraron a la menor de edad, una bebé prematura de seis meses de edad gestacional.
Mientras esperaban el arribo de los servicios médicos, uno de los agentes acunó a la bebé, que no paraba de llorar ante el frío de esa mañana y el abandono de su madre, cuyo alumbramiento se haría viral unos días más tarde, al ser expuesto en redes sociales.
Tras ser llevada al hospital, la pequeña, que pasó varias horas en la calle hasta ser hallada por el ciclista, fue diagnosticada con síndrome de dificultad respiratoria, riesgo de sepsis por parto y un estado grave, pero estable.
Grabaciones de cámaras de seguridad de la zona mostraron como la madre de la menor de edad desciende de un automóvil, baja sus pantalones y ahí, en el pequeño espacio entre la banqueta y el arroyo vehicular, da a luz a la niña con rapidez, para después volver al vehículo y alejarse de la zona.
Aunque este caso impactó fuertemente a la sociedad mexicana, no es el único de este tipo que se ha dado este 2025. Apenas el 25 de agosto, una bebé, que tras luchar por su vida falleció, fue hallada en los baños de la estación UAM Iztapalapa de la Línea 8 del Metro.
Un día antes, el 24 de agosto, otro bebé de cuatro meses de nacido fue abandonado en la colonia Tacubaya, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Sin embargo, fue el abandono de un bebé de 37 semanas de gestación en calles de Tultitlán, ocurrido en febrero pasado, producto de un aborto mal practicado en un estado avanzado del embarazo, el que impulsó este debate, que se ha extendido durante 2025 ante el abandono constante de bebés.
De acuerdo con las conversaciones entre los padres del menor de edad, Diana Jaciel “N” y Lucio “N”, el nacimiento del bebé sucedió después de la inducción de un aborto, ocurrida un día antes del abandono.
En el caso de la bebé nacida en calles de la alcaldía Gustavo A. Madero, aunque no se ha confirmado que el alumbramiento temprano se tratara de un aborto fallido, por el número de semanas de gestación, 25, se ha inferido que podría tratarse de un caso similar al ocurrido en febrero.
Enfrentan criminalización
Ante estas y otras situaciones, como la de Esmeralda, adolescente de 14 años de edad de Huimilpan, Querétaro, perseguida por la Fiscalía del estado tras ser acusada de homicidio después de ser violada, quedar embarazada y presentar un aborto espontáneo, autoridades federales, como la titular de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández, llamaron al Congreso local de Querétaro, uno de los estados en los que el aborto aún se considera un delito, legislar en torno a la despenalización.
“Aprovechamos para hacer un exhorto respetuoso a las y los legisladores del Congreso local de Querétaro para que esta discusión pública que se dio llegue a buen puerto y puedan ser sensible con las realidades de las mujeres con las disposiciones jurídicas y de la propia Suprema Corte de Justicia y se legisle para despenalizar el aborto y que ninguna mujer sea criminalizada por una decisión propia o por acto espontáneo. Me parece importante que las y los legisladores atiendan este llamado”, mencionó Hernández.
Grupos como AbortistasMX, Ipas Latinoamérica y el Caribe y GIRE señalan una serie de faltantes en torno al acceso al aborto, la despenalización plena y el aumento de semanas en las que se puede acceder a este derecho.
Delineando un derecho
De acuerdo con Ninde Molre, directora y fundadora de AbortistasMX, el establecimiento de las 12 semanas de gestación como límite para acceder a un aborto obedece, mayoritariamente, a causas políticas y legales, pues al ser una práctica que se castigaba bajo otras figuras, como el infanticidio o el homicidio, las penas eran más severas.
“Antes del establecimiento del aborto como crimen, el cual no se encontraba tipificado, las personas que lo llevaban a cabo eran juzgadas por el delito de homicidio u infanticidio. En este punto es importante aclarar que anteriormente no existían la variedad de métodos que están disponibles hoy en día, entonces, al no poder acceder a una interrupción, muchas personas pues lo que hacían era a veces abandonar a los infantes en la vía pública, lo que generó la necesidad de regular estos temas.
El origen del plazo de 12 semanas
La directora de AbortistasMX menciona que fue en este punto donde se tomaron en cuenta criterios científicos, como el número de semanas en las que un producto es apto para vivir fuera del útero; además de las técnicas disponibles para llevar a cabo una interrupción.
“A partir de ahí es que se empieza a hablar de las causales y demás, aunque los movimientos feministas siempre pugnaron porque se eliminara de forma total el delito de aborto. Sin embargo, ya para el 2007, cuando comienza la discusión en torno al aborto y los grupos antiderechos comienzan a afirmar que quienes buscaran acceso a una interrupción lo harían hasta la semana 40 de gestación, se pone al centro de la conversación el momento en el que un producto podría tener una sobrevivencia fuera del útero.
“Esto, lo que hace, es que en las discusiones se busque una salida y que las y los legisladores no queden, tal y como los tildaron estas agrupaciones, como ‘asesinos’ por ‘matar bebés’, que en aquel entonces era el estigma más grande respecto al aborto. También tuvo qué ver que se creía que todas las prácticas para llevar a cabo este procedimiento eran sumamente inseguras y que significaban riesgos.
Por su parte, Francisco Cué, coordinador de Incidencia en Política Pública de GIRE, coincide en que el establecimiento de las 12 semanas como límite, obedece a criterios políticos que prevalecían en la época y la protección de varios derechos humanos. blockquote: “El plazo de 12 semanas se estableció hace 18 años como un modelo que pretendía conciliar el derecho a decidir durante las primeras semanas del embarazo, con la protección de la vida en gestación. Por ello este enfoque permitía conciliar entre diferentes derechos humanos”, afirma.
En esta visión coincide Marisol Escudero Martínez, subdirectora de incidencia de Ipas Latinoamérica y el Caribe. “Fue el plazo establecido hace 18 años, cuando se da la despenalización del aborto voluntario en la Ciudad de México, después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación valoró, con base en la evidencia científica que existía en ese momento.
En su momento la SCJN consideró que era el momento más seguro clínicamente para la interrupción del embarazo”, menciona Escudero. No obstante, Molre menciona que los supuestos riesgos asociados a la interrupción no fueron tomados en cuenta al momento de permitir el aborto más allá de la semana 12 en caso de violación, malformaciones y riesgo para la vida de la madre, lo que constituye una inconsistencia.
Hacia un derecho pleno
La Organización Mundial de la Salud, considera que “la imposibilidad de acceder a una atención para el aborto segura, oportuna, asequible y respetuosa es un grave problema para la salud pública y una violación de los derechos humanos”.
En sus más recientes recomendaciones y directrices en torno a este proceso, que datan de 2022, la OMS eliminó el límite del número de semanas en las que se puede interrumpir un embarazo, mencionando solo que este puede llevarse a cabo de manera segura en el hogar hasta las 14 semanas de gestación, con acompañamiento médico previo, el cual debe ser oportuno y estar libre de prejuicios.
Por otra parte, de acuerdo con la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, “las mujeres y niñas que se presentan para practicarse un aborto después de las 12 semanas de embarazo suelen ser representativas de las poblaciones más marginadas, tienen más probabilidades de haber afrontado obstáculos financieros o logísticos para recibir atención, de ser adolescentes, víctimas de violencia y/o haber tenido una detección tardía del embarazo”.
Ninde Molre, directora de AbortistasMX, considera necesario procurar el acceso al aborto sea voluntario o por cuestiones legales o de salud, lo que se vería apoyado por el aumento en el límite de semanas en las que se puede realizar el procedimiento sin consecuencias legales.
“Además, las personas que necesitan los abortos después de cierto número de semanas, casi siempre están cruzadas por otras situaciones, o sea, temas de violencia sexual, de violencia de género, de salud, de riesgo a la vida, de alteraciones genéticas. Hay una serie de cosas ahí que se tienen que poner al centro y establecer que, por ello, tendría que estar disponible el servicio de salud para cuando se necesite”, asegura.
Países más adelantados
Para Francisco Cué, la ampliación del plazo actual, hasta llegar a un modelo similar al de otros países de Latinoamérica como Argentina, donde el aborto se permite hasta la semana 14, o Colombia, que lleva a cabo esta práctica hasta la semana 24, podría ser un vehículo para garantizar el acceso a este derecho y, a su vez, eliminarlo de códigos penales como delito.
“Observamos que en la región latinoamericana, está más adelantado Argentina, que estableció el límite en 14 semanas, mientras que el Tribunal Constitucional en Colombia, lo dejó en 24. Sin embargo, nosotras y otras organizaciones nacionales de la sociedad civil estamos empujando que abandone por completo el uso del derecho penal.
“Esto quiere decir que no sea delito en ningún momento el aborto voluntario, que solamente subsista como delito, es decir, como objetivo penal en ministerios públicos, fiscalías, y juzgados, cuando se trata de un acto involuntario, es decir, cuando es no consentido o forzado. Apostamos que se abandone por completo el uso del derecho para regular quién, cuándo y bajo qué circunstancias se puede acceder a un aborto, e eso que implica que este deje de ser delito sin importar el número de semanas”, aseguró Cué.
Por su parte, Marisol Escudero menciona que para Ipas, el estándar jurídico debe estar acorde con la evidencia científica, porque, lo que se está regulando es un servicio de salud y en ese sentido, la Organización Mundial de la Salud recomienda, con base a la evidencia científica la despenalización total del aborto.
“Esto significa que el aborto debe salir por completo de la legislación penal para que se garantice su acceso conforme a las necesidades específicas de la persona embarazada, para que pueda acceder tan pronto como lo necesite pero también tan tarde como sea necesario”, concluye.
