El diputado Cuauhtli Badillo ha generado revuelo tras compartir imágenes de sus vacaciones a bordo de un lujoso yate. Aunque supuestamente que su viaje fue costeado de forma personal, algunos señalamientos sugieren que el presupuesto del Congreso podría haber sido una boya de apoyo. Las redes sociales, han convertido el asunto en tema de conversación, entre especulaciones y memes.
Badillo, quien parecía disfrutar de un merecido descanso, ahora enfrenta cuestionamientos sobre la transparencia en el uso de recursos públicos. Aunque no se han presentado pruebas concretas, el público y algunos colegas consideran necesario aclarar el origen de su estilo vacacional. Mientras tanto, el bronceado del diputado se mantiene impecable, a pesar de las olas de críticas que lo rodean.
Por su parte, el Congreso guarda un prudente silencio, y el caso empieza a perfilarse como uno de los debates más comentados en la política local. Ya sea una desafortunada coincidencia o un descuido en la narrativa, el episodio deja la sensación de que el mar de San Luis Potosí tiene mucho más fondo del que parece.