El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha anunciado la imposición de un arancel del 27% a las importaciones provenientes de México, una medida que busca proteger la industria local y equilibrar la balanza comercial entre ambos países. Sin embargo, esta decisión podría encarecer productos mexicanos en el mercado ecuatoriano, afectando a consumidores y empresas que dependen de estos bienes.
Actualmente, Ecuador importa de México productos clave como medicamentos, vehículos, tractores, neumáticos y electrodomésticos como lavadoras y secadoras. En 2024, las importaciones desde México alcanzaron los USD 573 millones, mientras que las exportaciones ecuatorianas hacia ese país fueron de apenas USD 337 millones, lo que evidencia un fuerte déficit comercial. Con la nueva barrera arancelaria, los ecuatorianos deberán prepararse para pagar más por estos productos esenciales.
Además del impacto en la industria automotriz y farmacéutica, el arancel también golpeará productos alimenticios esenciales como el plátano y el camarón, dos de los más consumidos en Ecuador. También se verán afectados alimentos y bebidas populares como el aguacate, el tequila, el atún enlatado y la carne de res. Lo que antes era parte de la canasta básica, ahora podría convertirse en un lujo para muchos hogares ecuatorianos.
Mientras Ecuador endurece sus medidas comerciales, México no parece inmutarse. Según el gobierno de Claudia Sheinbaum, las exportaciones a Ecuador representan solo una fracción mínima del comercio exterior mexicano, por lo que el impacto de los nuevos aranceles será prácticamente nulo para la economía azteca. Sin embargo, en Ecuador, los ciudadanos pronto sentirán en sus bolsillos las consecuencias de esta decisión.
