Unas 250,000 personas se congregaron en la Basílica de San Pedro durante los últimos tres días para rendir homenaje al papa Francisco, fallecido el lunes pasado. Desde el miércoles por la mañana hasta la tarde del viernes, el féretro del pontífice argentino permaneció expuesto ante una interminable fila de fieles que quisieron darle el último adiós.
La capilla ardiente concluyó a las 19:00 horas (tiempo local), seguida de una ceremonia privada para el cierre del ataúd. Este sábado, el Vaticano celebrará el funeral en la Plaza de San Pedro, donde se prevé la asistencia de alrededor de 200,000 personas, así como delegaciones oficiales de 130 países. Están confirmadas las presencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
Una vez concluido el funeral, el cortejo fúnebre recorrerá las calles de Roma rumbo a la Basílica de Santa María La Mayor. Francisco eligió ese lugar para su descanso final, en honor a su devoción por la Virgen Salus Populi Romani. Su tumba consistirá en una losa de mármol con su nombre pontificio en latín, “FRANCISCUS”, y una cruz pectoral en plata incrustada en la pared.
Mientras tanto, han comenzado a llegar los cardenales al Vaticano. De los 252 miembros del colegio cardenalicio, 149 ya se encuentran en Roma. Solo 133 podrán participar en el próximo cónclave para elegir al nuevo pontífice, de acuerdo con la regla que limita el voto a quienes tienen menos de 80 años.
El domingo, los cardenales rendirán homenaje al papa Francisco visitando su tumba. Con ello cerrará un ciclo que marcó una etapa clave para la Iglesia católica en el siglo XXI.