El Atlético de San Luis volvió a decepcionar a su afición al caer 1-3 frente a Toluca en el Estadio Alfonso Lastras, en un partido marcado por errores defensivos y una alarmante falta de reacción. El cuadro local lució desconectado desde el inicio y permitió que el rival impusiera condiciones sin demasiada oposición. La derrota refleja la inconsistencia que arrastra el equipo en el Apertura 2025, donde las dudas superan a las certezas.
El primer golpe llegó al minuto 29, cuando Alexis Vega aprovechó los espacios dejados por la zaga potosina para abrir el marcador. Poco antes del descanso, un autogol de Román Torres evidenció la desorganización defensiva, condenando al Atlético a irse al vestidor con un 0-2 que desató el descontento en la tribuna. La jugada fue el reflejo de un equipo nervioso y sin coordinación en su última línea.
En el complemento, lejos de reaccionar, San Luis repitió sus errores. Al 61, Robert Morales aumentó la ventaja con un disparo que aprovechó la pasividad local. Aunque Luis Nájera descontó cuatro minutos después, el gol fue más un destello aislado que una señal de mejoría. El resto del encuentro transcurrió con un San Luis impreciso, sin ideas al frente y frágil en cada intento de Toluca.
Las estadísticas remarcan el mal desempeño del cuadro potosino. Pese a tener mayor posesión (52 %), el equipo apenas generó tres tiros a puerta frente a cinco del visitante. Los escasos avances ofensivos terminaron diluidos por errores en el último pase, mientras que el medio campo fue incapaz de contener la salida rival. La diferencia en efectividad terminó sentenciando el partido.
El revés en el Clásico de la 57 aún estaba fresco, y ahora esta nueva derrota profundiza la crisis del Atlético de San Luis. La afición expresó su molestia con abucheos al final del encuentro, exigiendo mayor compromiso y resultados inmediatos. El equipo queda en una situación comprometida, con la urgencia de corregir fallas estructurales que lo mantienen hundido en un torneo que empieza a volverse cuesta arriba.







