Silvia Pinal, última gran diva del cine de oro mexicano, falleció este jueves en Ciudad de México a los 94 años. Actriz, productora, política y figura histórica del espectáculo en México, Pinal es recordada por su colaboración con Luis Buñuel, con quien protagonizó las célebres Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964), películas que la consagraron como una figura mundial del cine.
Nacida en Ciudad de México en 1931, Silvia comenzó su carrera cinematográfica en 1949 con El pecado de Laura. Su talento y carisma le permitieron destacar en una industria dominada por figuras masculinas. En 1952, obtuvo su primer Ariel por Un rincón cerca del cielo, dirigida por Rogelio González y coprotagonizada por Pedro Infante.
El gran giro en su carrera llegó en los años sesenta, cuando conoció a Buñuel gracias al actor Francisco Rabal. Con el respaldo de su entonces esposo, el productor Gustavo Alatriste, convenció al cineasta español de rodar Viridiana, película que enfrentó censura en España por su crítica al nacionalcatolicismo, pero que ganó la Palma de Oro en Cannes. Pinal salvó las copias de la película de la censura franquista, llevándolas de contrabando a México, donde finalmente pudo ser proyectada.
A lo largo de su carrera, Pinal trabajó con grandes íconos del cine mexicano como Pedro Infante, Tin Tan, Gabriel Figueroa y Emilio “El Indio” Fernández. Aunque no buscó triunfar en Hollywood, su obra le otorgó reconocimiento internacional, especialmente en Europa, donde rodó varias películas.
Más allá del cine, Pinal dejó huella en la televisión con el exitoso programa Mujer, casos de la vida real, que produjo y presentó durante más de 20 años. También incursionó en la política como diputada por el PRI en 1991, declarando su lealtad al partido. Su vida personal, marcada por cuatro matrimonios y una intensa actividad pública, fue reflejo de su inagotable energía y pasión por el arte y la cultura.
En 2022, recibió un emotivo homenaje en el Palacio de Bellas Artes, donde fue ovacionada por el público que la adoraba. “Hablar de Silvia Pinal es hablar de una pionera del cine, teatro y televisión en México”, dijo esa noche la actriz Diana Bracho.
Le sobreviven sus hijos Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán, quienes resguardan un legado estimado en más de mil millones de pesos entre propiedades, obras de arte y el teatro que lleva su nombre en Ciudad de México.
Silvia Pinal celebró su cumpleaños 94 en septiembre, afirmando que se sentía “como de 18 años” y que no temía a la muerte. Su partida no solo marca el fin de una era en el cine mexicano, sino también la despedida de una figura que definió generaciones con su talento y carisma. Su legado, lleno de audacia y determinación, seguirá inspirando a futuras generaciones.