Marty y Jess Ansen, una pareja de jubilados australianos, optaron por explorar el mundo juntos en lugar de ingresar a un asilo, lo más sorprendente es que su decisión fue más económica. En 2022, después de que las cuarentenas en Australia debido a la pandemia de COVID-19 finalizaron, Marty y Jess tomaron la decisión de vivir permanentemente en cruceros.
Según sus cálculos, pasar dos años viajando resulta más económico que pagar por una residencia en un asilo durante el mismo período de tiempo. Actualmente, disfrutan de las 51 reservaciones que hicieron con la intención de pasar casi 500 días en el mar.
El Coral Princess (un crucero con capacidad para 2’000 pasajeros) ha sido su hogar durante más de 450 días, superando con creces la estadía promedio de la tripulación de la embarcación. Marty y Jess planean extender su viaje durante al menos ocho meses adicionales.
¿Qué los llevó a tomar esta decisión? Jess menciona la abundancia de actividades a bordo, que incluyen cenas elegantes, espectáculos, bailes y la oportunidad de hacer amistades duraderas. Marty, por su parte, se alegra de dejar atrás las tareas domésticas, como lavar la ropa o hacer la cama, ya que el personal del crucero se encarga de estas labores.
A pesar de su estilo de vida, aún encuentran tiempo para visitar a sus familiares cuando el crucero regresa a los puertos de Australia. Su plan es continuar esta vida de ensueño y reservar más cruceros una vez que concluya su aventura actual.